lunes, 29 de julio de 2013

CUENTOS INFANTILES GUATEMALTECOS

El ratón Enriqueto
Enriqueto era un ratoncito tímido, de pelaje negro, dientes torcidos, ojos bizcos y oreja maltrecha. Se quedó huérfano de padre y madre y creció en compañía de otros ratones que hacían lo que podían para sobrevivir en un mercado de la ciudad de Guatemala. El día de Nochebuena, como de costumbre tenían hambre y decidieron salir a buscar comida entre los desperdicios de los contenedores que la gente iba llenando alrededor del mercado.
Nuestro amigo Enriqueto, que era muy hábil para detectar olores y sabores, era el jefe de la cuadrilla de buscadores y el que más y mejor comida conseguía para la familia ratonil. Esa mañana logró reunir trozos de jamón, pizza, chorizo, frijoles volteados, nachos, platanitos cocidos, pan francés y unas cuantas galletas navideñas. - ¡Qué placer!, dijo Enriqueto. Todos sus amigos se reunieron y empezaron su banquete navideño. Comieron hasta que casi reventaban sus panzas rechonchas y peludas.





Al filo de las 8 de la noche, ya ni se movieron en sus cuevas de lo llenos que estaban. Sin embargo, Enriqueto decidió salir a ver si conseguía algo de postre. Cuando estaba por allí merodeando… ¡¡¡PUM!!!... lo atropelló un coche. Salió disparado al otro lado de la carretera y notó que algo caliente le salía del cuerpo. Tiene que ser sangre. Dios mío...me estoy muriendo... a donde iré a ir a parar: al cielo de los ratones o allí abajo ¿donde se asan?..., empezó a pensar Enriqueto. En esas estaba cuando ya no sintió nada más y desfalleció....
Cuando por fin abrió sus ojos, se vio rodeado de ratones vestidos de blanco, y dijo: "Entonces sí me morí y debo estar en el cielo". De pronto uno de ellos le habló, diciendo: - ¡¡Manito Enriqueto...por fin abriste tus ojos...estás vivo!! Un buen susto fue el que se llevó Enriqueto. Y lo que realmente había pasado fue que cuando sus compañeros oyeron que un coche se había estrellado contra el contenedor de basura que registraba Enriqueto, le vieron tendido en la acera. Inmediatamente lo cogieron y se lo llevaron a su cueva, le frotaron con alcohol el pecho, le estiraron las piernas y lo calentaron con mentol y candelas para que entrara en calor. Enriqueto, al verse vivo, no paraba de llorar de la alegría y juró no volver a portarse mal y ser tan glotón y comilón.





Una aventura en el desierto
Había una vez un pueblo tan lejano en el desierto, que solo había 20 personas porque los demás murieron de sed.
Un día nació un lindo bebe al que lo llamaron Jon.

Cuando tenia 10 años se hizo un niño de aventuras y tiempo después conoció a una niña llamada Marisol.
Jon le pregunto a Marisol si lo acompañaba a la montaña de arena mas grande de su pueblo.
Los dos fueron a la montaña de arena encontraron muchas serpientes y otros peligros salvajes, volvieron a sus cabañas y le contaron a sus padres lo que vieron.

En la media noche se veía la sombra de una serpiente en la cabaña de Marisol, como ella grito tan fuerte Jon la oyó y fue corriendo a salvarla.
Jon despertó, lo había soñado todo y se dio cuenta de Marisol en la vida real.















Ser feliz es lo más bonito
Había una vez una mama, un papa, un hijo y una hija que vivían en una cabaña chiquita pero bonita. Casi nunca salían, según ellos eran felices.

Tenían tres ovejitas que se llamaban Susy, Ten y Susy Mein. A ellas núnca las sacaban a pasear, cuando de repente apareció una lucecita del cielo lo cual era un angelito que de pronto les dijo - porque no sacan a pasear a sus ovejitas que son muy bonitas con su lana muy blanquita y suavecita y también pueden aprovechar para sacar a pasear a sus niños.

Ellos no lo habían pensado y como tenían  un gran bosque de lindos arboles, muchas flores y un aire muy puro siguieron el consejo del angelito y ahora todos salen a pasear a aquel gran bosque y se divierten tanto porque llevan golosinas y mucha comida. Nunca se imaginaron lo bien que lo pasarían en familia y desde entonces viven muy felices.





 

El Hada mágica
Había una vez una nena que se llamaba Luli iba a 5º a y una noche de esas vio brillitos y se asustó.

Y escuchó un hola!!!holala!!! no te asustes soy yo, el hada mágica yo tengo muchas amigas hadas ¿ pero tú qué eres ? Luli respondió yo soy humana.

A mis amigas les encantaría conocerte le dijo el hada a Luli y antes de dar un aleteo Luli dijo: mis papás no me dejan que haya muchas “ personas “en mi cuarto!. Descuida!! son hadas diminutas como yo , respondió el hada.

Cuando Luli volvió a su cuarto pegó un grito y preguntó ¿??no eran pocas tus amigas¿??. Sí , pero algunas se colaron. Las sacas ya de acá, dijo Luli enojada.
En donde vivís  Luli preguntó al hada. Yo vivo en el agua, otras en el jardín, en las flores, en los árboles, con los animales y en el bosque. Asombroso!!! , genial!!! , Sorprendente  !exclamó Luli!!!!

Como puede ser??? se preguntó Luli. Es que todo es verdad si lo imaginas, le contestó finalmente el hada. Chau y hasta siempre dijo el hada mágica.





 








CUENTO INFANTIL  creado por: Sandra Maribel Chilel Funes.
Marito el Bombero.
Marito era un chico que soñaba ser bombero, y deseaba ayudar a los habitantes de San Pablo, lugar donde vivia, y ayudar cuando hayan heridos en un accidente de autos. Cuando crecio desidio estudiar los cursos de bomberos en la Estaciòn 42 de su municipio. Aprendiò que el autobomba